Existen diferentes formas de lenguajes para comunicarnos: oral, escrito, gestual, simbólico. Una invitación es, por ejemplo, un símbolo que comunica cierta información.
Todo este conjunto de formas de expresión transmiten un significado, es decir, manifiestan o expresan algo particular.
Si queremos comunicar la acción real de una niña jugando con su muñeca, decimos o escribimos: “la niña juega con su muñeca”. Este es el significado que se quiere dar a conocer. El lenguaje es la forma más completa de representar nuestra realidad. Llegar a este nivel de representación (el empleo de las palabras como signos para enunciar hechos no presentes), supone toda una construcción del pensamiento, que se inicia desde que el niño y la niña nacen.
“La función simbólica, es la capacidad que nos permite representar imágenes mentales y expresarlas a través de distintas formas de comunicación”. (Castillo, 2007, p.14).
Esta capacidad de representar es un proceso que se realiza de manera individual y se va enriqueciendo en la interacción social con el medio, las personas, los objetos de su vida cotidiana.
Cuando un niño dibuja, expresa su pensamiento, su mundo interior, para ello el niño y la niña debe tener una imagen mental que le permita representar. Cuando el niño logra representar a través del dibujo sus ideas y pensamientos, se irá acercando más a la escritura.
LOS NIVELES DE ESCRITURA (Emilia Ferreyro y Ana Teberosky)
Cuando se observa a un niño de 5 años, se advierte su deseo por aprender a leer y escribir, esto se puede apreciar cuando reconoce el logotipo de algún producto conocido por él, cuando intenta escribir su nombre, simula leer un cuento, pregunta ¿Qué dice allí?, hace trazos con intención de escribir, todas estas iniciativas pueden pasar inadvertidas sino comprendemos su valor como parte natural del proceso de adquisición del aprendizaje de la lectura y escritura.
Las investigaciones realizadas por Emilia Ferreiro y Ana Teberosky han mostrado que los niños, antes de ingresar a la escuela, ya se han formulado interrogantes acerca de la lectura y escritura. Ellos han tratado de resolver sus dudas formulando sus hipótesis que manejan en sus intentos por leer y escribir.
Asimismo se van dando cuenta, progresivamente, que entre el dibujo y la escritura existen diferencias, eso a partir de sus experiencias con el lenguaje escrito en la interacción con su medio, de allí la importancia de proveer al niño de ambientes estimulantes y letrados.
“…el niño es también un productor de textos, desde temprana edad. En un niño de clase media, habituado desde pequeño a hacer uso de los lápices y papeles que encuentra en su casa, pueden registrarse intentos claros de escribir”. (Ferreiro, 2005, p. 239).
Los trabajos de Emilia Ferreiro nos han familiarizado con la capacidad de los niños pequeños de producir mensajes significativos escribiéndolos a su manera, a medida que están construyendo el sistema de escritura. En esta perspectiva, es esencial estimular a escribir en forma regular.
Un niño de 4 a 6 años es capaz de producir mucho más que lo que en ese momento es capaz de escribir. Es capaz de producir textos mucho más amplios y más complejos, siempre que alguien lo escriba por él, es decir siempre que él pueda dictar su texto a un secretario a su disposición.
En un inicio el niño imita el acto de escribir y la interpretación de su propia escritura se da al acompañar sus dibujos de grafías que representan su nombre y luego a los nombres de los objetos.
Nuestras aulas constituyen el lugar ideal para estimular este proceso de forma natural, empleando estrategias que lo lleven a expresar su mundo interno de la forma más dinámica, creativa y significativa. Conocer el nivel de escritura en el que se encuentra el niño y la niña se torna imprescindible para conocerlo y atenderlo integralmente.
Ferreiro (1998) y Teberosky (1993), en su investigación encuentran 4 niveles de adquisición del sistema de escritura: Pre- silábico, silábico, silábico alfabético y alfabético, dentro de los cuales existen varias características.
Cépeda (1996) y Castillo (2007), hacen un análisis de estos niveles evolutivos de la escritura y de la importancia de conocerlos para apoyar, estimular y facilitar el aprendizaje de la escritura en los niños y niñas.
Roxana Hans Barrera
Nota : Maestrasinfronteras te pide mil disculpas por cualquier error ortográfico que pudiera haberse dado en el presente texto. Gracias.
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