Fuente : Ideele
Revista Nº 235
José Rivero Educador. Consultor en políticas educativas
La idea de que la educación es un elemento fundamental para un óptimo y
real desarrollo en un país como el Perú, con crecimiento macroeconómico
sostenido, pocas veces ha sido más traumáticamente demandada que con los
resultados del informe PISA 2012, que nos ubica en el último lugar entre 65
países tanto en Comprensión Lectora como en Matemática y Ciencia.
Según el citado informe, elaborado cada tres años, nuestro país descendió
dos lugares en el ranking mundial respecto al 20091. Sin
embargo, consuelo absurdo puede ser que a pesar de estos desalentadores
resultados los alumnos peruanos de 15 años muestran un avance sostenido desde
su primera intervención en PISA; el 2012 en lectura, en comparación con el año
2000, los estudiantes peruanos lograron una mejora de casi 60 puntos, y en
relación con el anterior PISA (2009) hemos incrementado el promedio en 14
puntos. El conjunto de otros siete países latinoamericanos antecede al nuestro,
pero ocupando también el tercio final respecto a resultados de participantes
asiáticos y europeos. Habría que añadir que la competencia PISA varía cada vez
que se realiza y que las diferencias profundas entre países participantes no
los hacen comparables entre sí2. En el caso peruano, presentar
el más bajo presupuesto educativo en la región con respecto al PBI agrava sus
carencias y disminuye más sus escasas posibilidades competitivas.
Las reacciones frente a este hecho vuelven a mostrar la superficialidad
del debate entre nosotros. Son varios los ejemplos de reacciones colectivas en
relación con anteriores malos resultados en aprendizajes dados a conocer desde
inicios de la última década. Diarios y medios llamados serios se escandalizan
destrozando la educación y sus actores con titulares en vez de generar un
profundo debate sobre cómo realizar los dramáticos cambios que exige una
realidad educativa que es fiel reflejo del abandono de la educación por parte
de la clase política en las últimas décadas. El problema, entonces, no es cuán
bajo estemos en evaluaciones internacionales, sino cuánto lo estamos respecto a
nuestras propias aspiraciones educativas.
Sorprende que representantes políticos de gobiernos anteriores asuman
con desparpajo que la culpa de los resultados de pruebas dadas por jóvenes que
iniciaron su vida escolar el 2002 no la tengan ellos sino el gobierno de turno.
Bastaría con recordar que el neoliberalismo impuesto a la educación desde
Fujimori culminó con muy deficientes resultados en la evaluación regional
comparada UNESCO de fines de los 90, contradiciendo la propaganda oficial de
que teníamos la mejor educación latinoamericana; el régimen no tuvo mejor idea
que prohibir a la entidad internacional incluir los resultados peruanos en el
informe correspondiente. El gobierno de transición de Paniagua se encargó de
darlos a conocer. Toledo reaccionó frente a otros malos resultados PISA
declarando la educación en “emergencia nacional”, sin hacer algo significativo
para asumirla. En el gobierno de Alan García se dio la paradoja de oficializar
el Proyecto Educativo Nacional (PEN) —documento sustantivo y orientador de
políticas en el mediano y largo plazo— e ignorarlo con acciones caracterizadas
por un Ministerio de Educación encargado de satisfacer caprichos presidenciales
como los colegios emblemáticos o una costosa e inútil acción alfabetizadora, e
ignorando la situación de abandono de la educación rural y la escuela pública.
Los buenos propósitos de la Carrera Pública Magisterial se tradujeron en cargar
la culpa de todos los males educativos en los maestros, de modo que primaba el
afán de derrotar al Sutep como adversario sobre el estímulo y aliento al
docente para mejores resultados en el aprendizaje.
Tenemos un sistema educativo bastante bien diagnosticado. El país ha
cumplido mejor que otros, como primera tarea, la de escolarizar a la gran
mayoría de su población. Se cuenta con un PEN que, a partir de detectar los
principales problemas que afectan a la educación peruana, plantea objetivos y
políticas consensuados cuya concreción demanda muchos más recursos que los
asignados al sector educativo y una gestión mucho mejor calificada acorde con
esos mayores recursos y propósitos. La clase política tendría en la
interpretación de esos diagnósticos y en la aplicación de esas políticas
derroteros que, con los ajustes acordes con coyunturas y problemas no
resueltos, favorecerían un mucho mejor futuro a nuestra educación.
En esa línea, uno de los aspectos más rescatables de la gestión de la
ministra Patricia Salas fue tener el foco puesto en la inclusión y la fidelidad
al PEN, evitando que solo sirva de “paraguas” con el que se intente justificar
acciones del sector, incluso algunas contrapuestas al espíritu del Proyecto.
Dar prioridad a ampliar sustantivamente el acceso a la Educación Inicial y
sincerar a la EIB mediante registro de instituciones y docentes, así como la
producción de textos y materiales educativos en lenguas y culturas de niños
indígenas, son expresiones de dicha opción inclusiva.
El rediseño del PELA3 reorientándolo a articular mejoras de los aprendizajes en medios
rurales, y la opción por una nueva Ley de Reforma Magisterial que incluya a
todos los docentes en un único sistema en el que, sin perder carácter
meritocrático, se rompa con la dualidad vigente de una mayoría docente adscrita
a la antigua Ley del Profesorado y una minoría de ellos en la Carrera Pública
Magisterial, así como su opción por coordinar mejor con regiones agendas
concertadas y metas anuales con responsabilidad compartida, son puntos
sobresalientes de un trabajo con equipo mayoritariamente joven que ha tenido el
importante mérito de haber devuelto al MED una transparencia perdida.
Lo anterior fue empañado con la lentitud en la gestión de recursos y una
ejecución presupuestal insuficiente, lo que ha dado argumentos al MEF para
reafirmarse en su opción de no dar más recursos a un sector incapaz de
gastarlos eficientemente. Problema no menor fue tratar de abordar
simultáneamente 10 objetivos considerados prioritarios con una administración
sin cambios sustantivos respecto a gobiernos anteriores y con un equipo
directivo que hacía primeros trabajos en la administración pública, con
culturas tradicionales distintas sobre el manejo de lo público. Habría que
añadir en el débito de la administración Salas la ausencia de lineamientos
sobre formación, así como de capacitaciones docentes significativas; no haber
superado la herencia de estadísticas poco confiables que ayuden a tomar
decisiones adecuadas respecto a docentes; una Educación Técnica postergada pese
a su carácter perentorio o una Educación Básica Alternativa sin superar su
evidente postración. No contar con redes políticas ni contactos con la gran
prensa y no tener vocación para ello, precipitó su renuncia.
Sorprende que representantes políticos de gobiernos anteriores asuman
con desparpajo que la culpa de resultados de pruebas dadas por jóvenes que
iniciaron su vida escolar el 2002 no la tengan ellos sino el gobierno de turno
El cambio de la ministra Salas por Jaime Saavedra llegó en época de
turbulencia educativa, expresada en la doble y obligada anulación del concurso
para plazas de directores y subdirectores y en los resultados PISA 2012.
Saavedra es un economista que vuelve al país luego de una década
trabajando como funcionario del Banco Mundial. La educación y la
pobreza/exclusión forman parte de sus intereses profesionales desde cuando
trabajaba como técnico profesional asociado a GRADE, importante consorcio de
análisis e investigación sobre políticas públicas, con énfasis en lo educativo.
Los primeros pasos dados por Saavedra expresan prudencia y explicitan
respeto por la acción de su antecesora, en procura de que no haya rupturas
tempranas; ha mantenido a los dos viceministros y a la mayoría de
directivos/asesores que encontró en el MED, y ha mostrado cuidadoso lenguaje
respecto a los docentes. Ha convocado como asesores principales a economistas y
a personal especializado en sicología educacional y gestión.
Apenas instalado en el cargo, debió tomar la difícil decisión de
suspender un concurso nacional para directores y subdirectores de centros
educativos públicos y postergarla por dos semanas. La segunda suspensión por
razones técnico-operativas no resueltas generó rechazo y frustración en
concursantes que en considerable número (40 mil) habían decidido participar en
la prueba. Sus gestiones para lograr, en pocos días, fondos para resarcir a
quienes concursaron los gastos efectuados para ello, mostró que las relaciones
con el MEF serían más fluidas que con su antecesora4. La doble debacle
en el concurso significó la salida del MED de cuadros técnicos difíciles de
reemplazar en medios públicos5.
El ministro Saavedra tiene una tarea enorme si piensa aplicar sus
reflexiones sobre pobreza e inclusión en el país, y convertir a la educación en
pivote fundamental. Será importante que siga afianzando lo hecho en la
perspectiva del Proyecto Educativo Nacional. Para ello sería deseable que no
recurra a estrategias ensayadas por el Banco Mundial en materia educativa6, y que,
valorando la visión y asesoría de economistas, considere, a la vez, que no es
la única ni, necesariamente, la mejor.7
Otro desafío será no escuchar cantos de sirena de sectores conservadores
del país que pugnan por presentarlo como el tecnócrata llamado a recuperar lo
logrado en la “reforma educativa de Alan García”, de asumir como propia la
privatización educativa y de alentar pugnas con el magisterio organizado. Sus
respuestas en entrevistas post-PISA han sido sensatas, pues ha enfatizado que
la necesidad de cambios dramáticos en el sistema educativo supone superar la
lógica de que al colegio público va el que no puede pagar y que al privado el
que sí puede; una educación pública de excelente calidad donde el sector
ejecute el 100% del presupuesto asignado; que los cambios deben hacerse en el
Ministerio pero también en las regiones y las UGEL; y que el SUTEP es un
sindicato importante con el que en temas como lograr una educación de calidad
“estamos completamente alineados”.8
Los focos prioritarios anunciados para su gestión están orientados a
cuatro aspectos: revalorización de la carrera docente, infraestructura, logros
de aprendizaje y gestión. Los 4 focos son centrales9. El propósito
explicitado por el ministro de lograr, en un lapso de 6 o 7 años, que todas las
escuelas tengan un paquete mínimo de infraestructura y equipamiento (pisos y
techos adecuados, Internet, biblioteca, acceso a saneamiento y a fuentes
modernas de energía), es una excelente noticia para el país, que demandará
muchos mayores recursos para educación10. Los logros
de aprendizaje demandarán un currículo reformulado con sentido práctico y
funcional y, sobre todo, mecanismos que posibiliten al docente interpretarlo y
aplicarlo bien;11 encarar un mejor aprendizaje en una Educación Secundaria con más
horas será un reto adicional.
Es indispensable una gestión que posibilite gastar bien todo lo asignado
al MED e impida la devolución anual de sumas no gastadas que da falsa razón a
decisores económicos para no elevar sustantivamente el presupuesto público
destinado a Educación. La reforma institucional del sector asumiendo u
objetando que en la LOF (Ley de Organización y Funciones) se incorpore la
superintendencia prevista para el sistema universitario en la ley aprobada en
primera instancia en la Comisión de Educación del Congreso, será un desafío
inmediato. Un riesgo impensado pudiera ser dar a la gestión por resultados, en
los hechos, el carácter principal y decisivo del cambio por operar. Signo de
ello es la selección en su equipo de conducción ministerial de economistas
calificados que antes han laborado en el MEF. Ello podría tener dos
posibilidades alternativas: buscar un MED con mayor autonomía frente al poder
del MEF o, aun sin proponérselo, acentuar la actual preeminencia de éste en
materia de decisiones y proyectos centrales en el sector.12
Con referencia al magisterio, una tarea indispensable será contar con
estrategias que devuelvan la credibilidad en el Estado a los docentes. La Ley
de Reforma Magisterial, aprobada en 2012, tenía este 2013 como el año en el que
debía concluirse tanto el concurso para plazas de directores y subdirectores
como los concursos voluntarios para reubicación en el nuevo escalafón de la
mayoría procedente de la antigua Ley del Profesorado; por una serie de
circunstancias, ambos procesos no se llevarán a cabo sino el 2014. Garantizar
fondos para la Ley de Reforma Magisterial en cuanto a número de plazas por
reubicar será clave.13
Tener maestros motivados, con los recursos necesarios y el apoyo para
desarrollar su trabajo demanda, además, que sepan hacer su labor. Ello exige
acciones de formación inicial y en servicio bastante diferentes a las dadas
hasta ahora, con metas estratégicas y evaluaciones transparentes cuyos
resultados debieran manejarse de modo que no agredan la autoestima del
evaluado.
La educación es el reflejo de la sociedad. Las tareas del sector, por su
importancia, debieran trascender al sector, estableciéndose o reforzando
alianzas con grupos sociales, empresariales y medios de comunicación, e
incorporando lo mejor de experiencias existentes en el Perú y en el mundo. El
mediano y largo plazo demandados para que la educación salga efectivamente de
su actual situación exigen hoy un liderazgo efectivo, incorporando su sentido
de urgencia y mostrando periódicamente al país los logros de su progresivo
avance.
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1Casi la mitad de
estudiantes peruanos evaluados en matemáticas no llegó a ubicarse en el nivel 1
y ninguno alcanzó el nivel 6, el más alto, en las tres asignaturas escogidas
para la prueba.
2La prueba PISA
consta de una combinación de preguntas directas con respuestas únicas y otras
por resolver, se aplicó en colegios públicos, privados, urbanos y rurales, se
le considera una muestra representativa. Es hoy objeto de controversia
señalándose no ser comparables resultados evaluativos de preguntas concretas,
con historias y tradiciones educativas tan diferentes de los estudiantes y que
es peligroso clasificar a países de manera inequívoca a través de una única
escala. Es en la práctica imposible el afán de sus promotores de que los
resultados de las pruebas y los datos aportados por la encuesta brinden los
elementos necesarios para definir las acciones correctivas que debe aplicar
cada país o territorio para mejorar el desempeño de sus instituciones
escolares. El “currículo globalizado” que supone fue motivo de críticas de los
ministros del Mercosur por no considerar las diferencias culturales de los
participantes
3El PELA
(Programa Estratégico de Logros de Aprendizaje) es el que tiene más
recursos en el sector; empezó a ser ejecutado el 2008 dentro del marco de
presupuesto por resultados. Se focaliza en el nivel inicial y dos primeros
grados, previendo acciones de monitoreo y acompañamiento a docentes, ampliación
de la cobertura, mejorar la gestión e infraestructura.
4A los 2 millones
280 mil soles obtenidos para pagar pasajes de docentes que se trasladaron a
sedes de concurso para directores se une haber logrado la inclusión en el
Presupuesto 2014 de S/ 70 millones para contratación de profesores de educación
física en el país, acción que había sido demandada por el propio presidente
Humala y el líder de la bancada oficialista Daniel Abugattás
5Un desenlace
obligado fueron las renuncias de María Amelia Palacios, con importantes tareas
dando inicio a la DG de Desarrollo Docente, asumiendo la nueva Ley de Reforma
Magisterial y formulando el Plan Perú Maestro, y de Sandro Marcone quien en la
Oficina de Informática imprimió una dinámica no vista en materia de uso de TICs
como medio de información/comunicación.
6En “El asalto a la
educación” Katarina Tomasevski, primera relatora general de la ONU sobre el
derecho a la educación, resumió los porqué la educación no se debiera haber
confiado al Banco Mundial, con fundadas críticas sobre el accionar de esta
entidad. Sería injusto señalar al BM como entidad que impone sus criterios al
país pues ningún proyecto desarrollado con préstamos de esta u otra entidad
financiera se ha coronado sin el diálogo y la aprobación de compromisos por los
correspondientes gobiernos; sin embargo su influencia vía préstamos o vía
acceso de sus funcionarios al poder puede llegar a tratar de imponer agenda
propia; un recordado ejemplo de ello fue plantear al presidente García medir la
capacidad de lectura en las aulas teniendo como parámetro el número de palabras
leídas por minuto; el ex - mandatario y candidaturas presidenciales
asumieron como propia esta cuestionable iniciativa.
7Desde esa óptica
profesional a veces se anteponen criterios económicos antes que funciones
sociales, devaluándose lo pedagógico y la diversidad cultural. Una muestra
palpable de ello la da el ex - ministro MEF Luis Carranza que en artículo de El
Comercio (10 de noviembre 2013 ) agravia gratuitamente a los maestros que
optaron por no concursar para la Carrera Pública Magisterial promovida en la
administración Chang, señalando que el problema educativo es que “tenemos 50
mil maestros y existen 300 mil personas que fungen de maestros”
8Entrevista en el
diario El Comercio del 3 de diciembre 2013 (página A8)
9Habría que añadir
un quinto foco indispensable: luchar contra la alta corrupción enquistada en el
sector, sobre todo en órganos intermedios. En sus declaraciones a medios
extrañó no hiciera referencia sobre el Proyecto Educativo Nacional.
10Según el Censo
Escolar de 2012, el 60,8% de las escuelas públicas carece de agua potable,
desagüe y electricidad. A nivel rural esta carencia llega al 78,9%, mientras en
la zona urbana es de 24,3%.
11El actual Diseño
Curricular Nacional es inoperante e inaplicable. Tiene 11 propósitos (en la
Educación Básica Regular) y 151 competencias por lograr. Se demanda un esfuerzo
por simplificar, sintetizar y precisar en un nuevo Marco Curricular
12En los diálogos con
representantes de grupos partidarios propiciados por el ex - premier Jiménez le
fue planteado que, operando inconstitucionalmente, el MEF controlaba gastos del
MED otorgando fondos solo para los proyectos que interesen al ministerio
conducido por el ministro Castilla. Ello no fue desmentido públicamente por los
sectores involucrados.
13Son 135,000
docentes de Ley del Profesorado ubicados en la 1ra. escala con 15 años de
servicio promedio, 60,000 en otras escalas. Los 50 mil restantes ingresaron vía
concurso a la CPM y por ello pasaron a la nueva ley ascendiendo a la
subsiguiente escala ¿Cuántos cupos para reubicación se ofrecerá en los dos
concursos previstos? Si son más escasos de lo que un magisterio postergado
espera, es posible se dé peligrosa frustración magisterial