domingo, 4 de enero de 2015

Elecciones municipales : Lima.



Leyendo diversas opiniones  sobre el cambio en la Alcaldía de Lima Metropolitana, podemos concluir que se inicia una gestión en donde se han venido observando diversas situaciones incómodas cuando  hemos visto juramentar a los ganadores.

Los vecinos de Lima,  en estos primeros días vemos una transferencia cargada de insultos que han negado la posibilidad de conversar y prever situaciones como la ocurrida con el Metropolitano en la zona del Naranjal.  Asimismo somos testigos de una  época marcada por la intriga permanente, hacia una gestión en general y a una persona en particular, usando para ello diversos medios y situaciones  buenas y erradas,  que se han  ido dando en el transcurso del tiempo, el proceso de revocatoria es una evidencia bochornosa de un gasto innecesario, producto de un juego político  achorado.


“Lima no puede parar, debe seguir avanzando"

La pregunta que surge es: ¿Valió la pena?


Acercar una respuesta  motiva el presente artículo, estos eventos que se han vivido,  de odios extremos, han abierto paso a un grupo de vecinos convencidos de la peor forma y manera de que:  Lima necesita de manera urgente, rápida y efectiva cambios profundos, que no pueden esperar y que no pueden demorar más tiempo.

Por ello, hemos podido ver en estos días un Alcalde apresurado en declarar a todos los medios de prensa que recibe una ciudad con cifras en rojo para explicar que poner las cuentas en orden le va a llevar algún tiempo. Declaraciones que nos permiten ver que ya se dio cuenta que el vecino de Lima no es el de antaño,  el de su primera gestión, y que ahora va a exigir que se haga frente a una ciudad compleja, en donde campea la delincuencia, el caos vehicular, las mafias y el desorden, entre otros problemas que han dejado hace rato de ser temas sencillos y fáciles de resolver.  Demás queda decir que ha incrementado el número de vecinos interesados en detenerse cuando hayan avisos de planificación, convocatoria y ejecución de “Obras”, que trae de recuerdo el dicho famoso de “Roba pero hace obras” que fue el eslogan más sonado en las recientes elecciones.