sábado, 30 de julio de 2011

Good bye, doctor García






Desde : Hildebrandt en sus Trece.

Se fue usted de palacio siendo coherente con sus modales y su sentido del coraje: no acudió a entregar el relevo a quien, a pesar suyo, había ganado las elecciones.

Ahora, gracias a ese gesto, muchos habrán visto recién qué trémulo personaje se esconde detrás de ese gigante de vinilo que quiere mirarnos desde el morro solar. Porque a mí no me engaña, doctor García: ese cristo es usted. Es decir su enfermedad.

No ha hecho usted un gobierno apocalíptico como el que hizo la primera vez, lo que ha hecho es administrar, con un gran sentido de la oportunidad, el envión de prosperidad que nos viene, fundamentalmente, del precio internacional de los minerales.

Pero tras su gobierno el Perú no es más país, las instituciones no se han fortalecido, la marginalidad de millones no ha cesado, el estado no se ha rehecho.

Usted ha tenido millones para invertir. Pero el sur del Perú nos mira de reojo, Bagua espera con miedo y los pobres del país -que no son el 312 por cienteo, como mienten sus cifras - permanecen en sus guetos.

En suma, hay muchísimo más cemento pero la misma desintegración nacional, la misma incapacidad de involucrar a todos en un proyecto de país reconciliado.

Con usted, doctor García, las desigualdades se han acentuado y la riqueza extrema (si, existe) se ha concentrado más que nunca.

Si Basadre estuviera vivo diría que hemos perdido otra oportunidad y que otra prosperidad falaz psará delante de nuestras narices. porque el Estado empírico y el abismo social - los dos grandes males que él diagnosticara - nos siguen persiguiendo.

Claro, a usted estas cosideraciones no le importan. Le interesa más, como a Odría en la derecha y a Belaunde en el centro, "la obra".

Pero el cemento, los rieles, los colegios se vuelven anónimos con el tiempo y los años los agrietan, oxidan y minan.

Son las obras del espíritu, las grandes ideas, las visiones generosas y la honradez las que prevalecen. Desde este punto de vista, doctor García, usted es excepcionalmente perecedero
.

Martí no levantó una casa, Bolívar destruyó muchas en su noble guerra, San Martín no inauguró ni el balcón desde donde pronunció su discurso fundador. ¿Y tomás Jefferson? Firmó la declaración de Independencia de los Estados Unidos y fue un republicano predicador y convincente. ¿Qué inauguró?..Nada. Se limitó, eso sí, a fundar la histórica Universidad de Virginia. Y todos ellos viven junto a nosotros todavía. Viven tanto como murió el Woodrow Wilson que inauguró el canal de Panamá, una obra que equivale a las 150.000 que usted dice haber levantado en estos cinco años.

Hace tiempo que usted doctor García, renunció a todo aquello que amó en su juventud. No hay en usted ni un asomo de las ideas que lo encendían. Usted no sólo ha cumplido años en estas décadas: ha tenido que olvidarse de quién fué, ha asistido con gran serenidad y mucha elocuencia disimuladora, a su spropios funerales. Y quien nos ha gobernado este lustro es lo qu quedó de usted cuando hizo las sumas y las restas que acabaron por perderlo.

Produce nostalgia recordarlo, doctor García. Era usted brillante, pobre de solemnidad, desprendido como Haya, honrado como quienes murieron en Chan Chan.

Esa promesa viviente empezó a morir en 1985, cuando usted acumuló sus primeros dineros de inexplicable origen. Terminó de morir en estos cinco años en los que usted ha redondeado sus proezas financieras. Adiós, doctor García. Hasta el 2016.

César Hildebrandt.


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  • Guerra declarada. Análisis de un discurso que puede llegar a ser histórico si no resulta contradicho por la acción del gobierno.



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  • Mucho ojo con Salómón.


En todos los puestos de periódicos que aman al Perú.

jueves, 28 de julio de 2011

28 de Julio 2011


Queridos colegas y maestros : ¡Felices fiestas, feliz 28 !!! y todos a celebrar un año más de Democracia en nuestro país.


Democracia: una palabra retante, difícil, y de larga construcción. Estamos viviendo épocas en donde nuestros votos tienen resultado, en donde nuestros deseos y candidatos, si es que obtienen mayoría, son los que dirigiran los rumbos del país. Hoy día entra un nuevo gobierno, producto de la voluntad popular, que debe responder al clamor de los pueblos más lejanos que mediante su voto han logrado obtener representación.


Comparto el siguiente artículo que analiza lo sucedido en el mensaje el día de hoy desde un punto de vista neutral. La invitación colega es que lo leas, lo analices y finalmente saques tus propias conclusiones.


PRIMER MENSAJE PRESIDENCIAL: CONFRONTACIÓN Y PAÑOS FRÍOS por Laura Arroyo Gárate.
http://menoscanas.blogspot.com/2011/07/primer-mensaje-presidencial.html


Contradictorio, pero definen el tono del primer mensaje presidencial de Ollanta Humala. Como deben saber, la confrontación directa y explícita fue la juramentación por el espíritu de la Constitución de 1979 (juramentación imitada por los dos vicepresidentes: Marisol Espinoza y Omar Chehade). ¿Protocolarmente FAIL? Sí. ¿Innecesario? También. ¿Error? No lo creo, en tanto no me parece erróneo reivindicar la Constitución del 79 recordando que la del 93 es producto de una dictadura. Ahora, eso sí, los ánimos están caldeadísimos en el Congreso y también, imagino, entre aquellos que consideraban acompañarlo de manera concertada.

Siendo el primer mensaje presidencial el contenido es bastante generalizado. Pero debo decir que luego de los primeros incidentes, el mensaje se enderezó positivamente. Acá van algunos #WIN del mensaje:

1. Reforma universitaria: más que necesaria. En la mayoría de mensajes presidenciales (sobre todo los últimos 5) esta reforma era un enunciado de dos palabras “ah, sí, promoveremos la reforma universitaria”. Humala ha mencionado la necesidad de dejar de otorgar títulos sin la debida acreditación. A Acuña y a quienes lucran con la educación (que no debiera ser un negocio) les debe estar temblando el ojo (y la billetera). ¡Excelente!

2. Lucha contra corrupción: era probablemente lo que más se esperaba de este discurso pues esa ha sido su banderita durante la campaña. Confirmó la necesidad de prisión efectiva para delitos por corrupción y eliminación de beneficios penitenciarios. Esto se condice con el cierre del mensaje en que pidió, entre otras cosas, a sus partidarios: honradez. Veremos, veremos. Pero estas medidas contra corrupción son desde ya un gol.

3. Reconstrucción en los pueblos del sur afectados por el terremoto del año 2007: esta es una gran deuda del gobierno anterior que ha pasado asolapada porque, claro, no es la única y no ha sido tan mediática. Sin embargo, bien ha hecho Humala al mencionarla pues vuelve a poner sobre el tapete la importancia de redimir al sur, víctima de una catástrofe ocurrida hace 4 años. ¡4 años! No es posible que se les siga dando la espalda.

4. Penas más duras para violaciones contra los niños y feminicidio: este es otro WIN. Por un lado, porque las sanciones duras no implican la propuesta del fujimorismo que era “pena de muerte”. Por otro lado, si bien fue solo una línea (no dijo cómo), es la primera vez que escucho la palabra “feminicidio” en un mensaje presidencial. Un excelente paso es reconocer este delito. Ese es ya un acierto.

5. Solución de conflictos internacionales por los medios pacíficos: Ollanta Humala se dirigió directamente a Sebastián Piñera afirmando que el Perú respetaría el fallo de La Haya y luego añadió “y estoy seguro de que Chile hará lo mismo”. Es fundamental la claridad en este asunto. Esto mejora la patinada inicial de Humala, cuando recién fue electo, reclamando por la actuación de Cancillería a este respecto alegre, pública e imprudentemente. Lo de hoy, un acierto.

Esos son para mí los aciertos más importantes. En general, un buen mensaje en términos de contenido. El detalle es que siendo el primer mensaje, no se puede esperar mucho más que generalidades. Habría que ver, eso sí, cómo toma el gabinete ministerial (bastante más pegado hacia la derecha que el tono del mensaje presidencial de hoy) estas propuestas, si acaso el MEF, con Castilla a la cabeza, permitirá la tan mencionada inclusión social soltando el dinero para los programas sociales, por ejemplo.

Pero bueno, aumentos salariales, reformas necesarias, castigos contra la corrupción, petición de vigilancia a la oposición, etc. Veremos. Recién empezamos. Día uno.

Ah, me olvidaba, lo que fue terrible fue la actitud en el Congreso. Yo entiendo la euforia del nacionalismo y la rabia del fujimorismo pero, vamos, somos adultos ¿no? ¿Les costaba mucho guardar la compostura? Entiendo los aplausos y una que otra arenga, lo que no entiendo es la sistemacidad en los gritos de quienes pensaban que seguían en un mitin (nacionalistas) y el reclamo eufórico de quienes se alucinaban en un ring de boxeo (fujimorismo: Martha Chavez sobre todo).



NOTA : No olvides maestro que tú eres sujeto de cambio y tu deber es leer, analizar y sacar tus conclusiones. Acabemos de una vez con los caprichos de muchos medios de prensa que desean contarnos cuentos chinos, o historias que no corresponden a la real situación del país. No olvidemos los papeles nefastos de muchos de ellos en la época electoral.

martes, 26 de julio de 2011

Nueva Ministra de Educación.

Después de muchos rumores en donde diversos personajes han sido nombrados para la cartera de Educación : Idel Vexler Talledo,Alberto Borea, Leon Trathenberg, Fernando Bolaños, Nicolas Lynch,Edmundo Murrugarra, Pepi Patrón, desde ayer tenemos que el humo blanco anunció la elección de Patricia Salas como Ministra de Educación.

Patricia Salas es licenciada en Sociología. Tiene estudios de Doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad Católica Santa María de Arequipa. Estudios de Maestría en Estrategias de Desarrollo y Políticas Sociales por la Universidad San Agustín de Arequipa. Es asociada del Centro de Investigación, Educación y Desarrollo (CIED).

Actualmente trabaja en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

Compartimos la siguiente entrevista otorgada desde la presidencia del Consejo Nacional de Educación:

lunes, 11 de julio de 2011

Lunes de Películas

"La Sociedad de los Poetas Muertos"

A raíz de una conversación recordé esta película y, navegando, me di cuenta que era posible compartirla con todos gracias a la magia de internet y analizarla a partir de nuestras propias vivencias y experiencias en el campo educativo.

La historia se da en una de las academias con mayor prestigio, cuyos valores centrales que normaban toda actividad eran : tradición, honor, disciplina y grandeza.

A esta escuela llega un profesor de literatura que va a inspirar, a través de la poesía, un cambio en la vida de los alumnos que se rebelan contra el conservadurismo moral reclamando un puesto en la sociedad.

Este profesor inspirado por la vocación promueve en los alumnos el interés a la lectura, a la poesía, al arte de escribir en versos y en prosa, ambos elementos básicos para promover el deseo de superación personal.

En muchas escuelas peruanas estas formas de enseñar, estos estilos que parten del respeto al niño y a los aprendizajes, son los que provocan celos y enfrentamientos con los colegas o con el director, quienes empiezan a ver las capacitaciones que recibes como una posibilidad de igualarte y es cuando empieza el aumento de las responsabilidades y las exigencias con el maestro estudiante.

Bueno, con estas reflexiones los invito a ver estos trece capítulos de una película hermosa con contenido social y reflexiva, sí tu lo eliges, claro.



























La Cultura Chancay



domingo, 10 de julio de 2011

Mario Vargas Llosa: "La TV ha aumentado el nivel de imbecilidad de seres humanos"


Mario Vargas Llosa

La televisión ha sido un extraordinario invento, ya lo sabemos, pero ha sido también un formidable desperdicio, pues, en lugar de contribuir a elevar la cultura y la sensibilidad de todo el mundo, ha banalizado, frivolizado y —me atrevo a decir— aumentado el nivel de imbecilidad en un gran número de seres humanos, a quienes las imágenes de los programas más exitosos de la pequeña pantalla —dechados de vulgaridad, chismografía y amarillismo periodístico— exoneran de preocupaciones, inquietudes espirituales e intelectuales y hasta de la incomodidad de pensar.


Esto se hace sobre todo evidente por contraste, cuando aparece un programa capaz de aprovechar la televisión para enriquecer la información, el conocimiento o el placer de los televidentes de una manera realmente original y creativa. Yo recuerdo algunos de ellos, que sobresalían olímpicamente sobre el piélago de chabacanería e idiotismo en que de costumbre chapalean sus congéneres: “Panorama”, de la BBC, que cada semana ofrecía una investigación novedosa y profunda sobre un tema político de actualidad en el Reino Unido y en el mundo; “Apostrophes”, de Bernard Pivot, que pasaba revista cada semana a la actualidad literaria en Francia con tanta sutileza, inteligencia y amenidad que era visto por millones de televidentes; “60 Minutes”, de la CBS, que en tres o cuatro secuencias de apenas trece minutos cada una ofrece una síntesis fascinante de los hechos y personajes más destacados de la escena internacional.


Pues el documental “Pecados de mi padre”, largometraje de hora y media de duración, dirigido por Nicolás Entel, que exhibió hace unos días la televisión en España, me recordó los mejores logros televisivos de que guardo memoria y, una vez más, me hizo lamentar la utilización que suelen dar los productores y canales a un medio que, en manos diestras e íntegras, puede explorar la realidad circundante de una manera vívida e íntima, encontrar en el caos que ella representa un orden que la haga inteligible y, de este modo, no solo interesarnos y conmovernos como lo haría un gran libro de ficción, sino ilustrarnos de manera muy certera sobre las verdades y las mentiras del mundo en que vivimos.


Decir que “Pecados de mi padre” es la historia de Sebastián Marroquín, el único hijo varón de Pablo Escobar, el más famoso narcotraficante de Colombia, con un prontuario de fechorías y hechos violentos sin parangón que han generado en torno de su nombre una verdadera mitología, es decir muy poca cosa. Porque, la confesión del joven protagonista de este documental, más que un testimonio sobre el horror y la sangre en que transcurrió su vida y la de su madre y su hermanita menor —los tres sobrevivieron de milagro a un atentado de enemigos de su padre que hicieron explotar el edificio Mónaco, donde vivían, con 700 kilos de dinamita—, es la radiografía más persuasiva y más dramática del fenómeno de la violencia que vivió Colombia en los años 80 y 90 por las guerras entre cárteles de la droga y las que libraban todos ellos con las fuerzas del orden.


En la macabra danza participaban millones de millones de dólares mal habidos y decenas de cadáveres, atentados terroristas, secuestros, inseguridad, caos, y sobre todo ello, tronaba la figura, odiada por sus crímenes y latrocinios y adorada por sus derroches populistas —como construir un zoológico feérico en su tierra antioqueña y regalar cinco mil viviendas a los pobres que vivían en los basurales de la ciudad— de Pablo Escobar, quien finalmente fue abatido por la policía en 1993. Su hijo, de 15 años, anunció ese mismo día por la radio que vengaría a su padre, matando a sus ajusticiadores. Pero pocos días después se desdijo, pidió perdón por sus amenazas y juró que renunciaba a continuar en ese paroxismo de violencia que desangraba a su país.


Uno de los grandes méritos del documental de Nicolás Entel es probar de manera inequívoca que el hijo de Pablo Escobar cumplió este juramento. No fue fácil. Él y su madre debieron huir de Colombia, una vez que consiguieron que un juez aceptara cambiar sus nombres, y, luego de una fuga cinematográfica, por Ecuador, Perú, Mozambique y Brasil, recalar en Buenos Aires, donde, no sin tropiezos —incluida la cárcel, donde la viuda de Escobar pasó un tiempo acusada de lavado de dinero y de ser esquilmados por un contador que descubrió su verdadera identidad y pretendió chantajearlos— poco a poco fueron rehaciendo su vida y alcanzando una cierta normalidad. Ahora, la viuda se gana la vida vendiendo inmuebles y Sebastián Marroquín como diseñador de interiores.


¿Cómo convenció Nicolás Entel a Sebastián Marroquín para que desnudara su vida ante la cámara? Es decir, para que aceptara volver a una riesgosa actualidad a la que él y su familia habían evitado con tanto empeño todos estos años. Probablemente, la razón es la que el hijo de Escobar esgrime en el documental: por más que uno trate, no es posible huir de su pasado. La única manera de dejarlo atrás es enfrentarlo, con valentía y lucidez. Él lo hace, de una manera intensa y desgarrada. Pide perdón a todas las víctimas de Pablo Escobar y sus pistoleros, y sus palabras tienen un acento verídico, no truculento, y parecen expresar una voluntad de expiación adquirida en largos años de reflexión y sufrimiento.


El caráter del documental es el encuentro del hijo de Pablo Escobar con los hijos de dos políticos colombianos asesinados por los sicarios del jefe del cártel de Medellín: el ministro Rodrigo Lara Bonilla y el candidato presidencial Luis Carlos Galán. Sebastián Marroquín les escribió primero, pidiéndoles perdón, y esas víctimas a quienes la muerte violenta de sus padres destrozó la vida, se lo concedieron y aceptaron reunirse con él. Escarapela la espalda el instante en que se reúnen y conversan. Hay una tensión que corta el aire, mientras Sebastián Marroquín, con voz estrangulada, explica lo que siente y lo que ha sentido todos estos años ante esa locura homicida que rodeó su infancia y juventud y todos los estragos que sembró en torno su padre. La cámara tiene en estos momentos esa misteriosa facultad que le imprime el talento de un buen realizador: la de escudriñar por debajo de las palabras y los gestos la verdad o la mentira del personaje que está frente a ella, la de delatar sus imposturas o refrendar su sinceridad. En la incomodidad que trata de vencer, en el temblor de la voz, en lo huidizo de su mirada, en la tensión que lo embarga, en el sollozo que trata de contener, es evidente que aquello que Sebastián dice a los hijos de Lara Bonilla y de Galán de veras lo siente. Ellos lo entienden así y por eso su respuesta es no menos auténtica.


Aunque “Pecados de mi padre” no es un documental específico sobre el narcotráfico, este es el ámbito sin el cual nada de lo que refiere hubiera pasado, la razón última de esa orgía de dinero, violencia y crueldad que sacudió entonces a Colombia y ahora sacude a México y está echando sus tentáculos por toda América Latina. Y una de las conclusiones que naturalmente transpira del trabajo de Entel es la ilusión de querer combatir aquel flagelo con jueces, policías, calabozos, prohibiciones y sentencias. Hay demasiado dinero en juego, un mercado tan ferozmente grande para las drogas que estas, de manera inevitable, serán producidas, distribuidas y comercializadas, mientras haya consumidores que las reclamen y estén dispuestos a pagarlas. La represión no tendrá otro efecto que causar más víctimas inocentes y aumentar los precios de la mercancía prohibida, lo que significa que quienes mueven los hilos del negocio de la droga ganarán más, y tendrán mejores armas para matar y más dinero para sobornar y corromper, de modo que la violencia continuará y las instituciones y gobiernos irán siendo progresivamente corroídos por ese ácido hasta que las democracias se vacíen de contenido y solo quede de ellas un embeleco falaz. Porque lo cierto es que el narcotráfico dejó ya de ser hace tiempo un asunto policial. Ahora, por las proporciones que ha alcanzado, las sumas vertiginosas de dinero que maneja, el poder social y político que de ello se deriva, ha pasado a ser un problema esencial del que depende la supervivencia o el desplome de los regímenes democráticos de América Latina.
Madrid, mayo del 2010-El Mundo.


Algunos ejemplos de la televisión peruana


UN PROGRAMA DE TELEVISIÓN responde a una búsqueda muy delicada invitando a un Medium quien presenta una carta "enviada por espíritus colaboradores" que contiene toda una versión basada en el imaginario.La televisión promueve estas creencias..



Uno de los programas que logra los mayores niveles de sintonía y se ufana en presentar candidatos y miembros que aspiran candidaturas en el Congreso y la Presidencia de la República. Veamos:



Hay hábitos que se han ido instalando durante muchos años y mucho tiempo en nuestra televisión peruana, el que no es achorado pierde, caen simpáticos los achorados.

miércoles, 6 de julio de 2011

De profesión maestra


En un momento de cambio de gobierno los maestros el día de hoy celebramos un año más de trabajo, de esfuerzo y vocación a prueba de todo.

¿Qué es ser maestro en el Perú?

El significado del maestro se ha venido a menos en el gobierno que se va, muchos hemos visto con dolor como se nos ha desvalorizado con el fin de implantar a la mala diversas políticas en el campo educativo. Lo sucedido debe servir para mirar al futuro de manera diferente y ese mirar parte de repartirnos la culpa del fracaso educativo entre todos los peruanos por igual. Familias, medios de comunicación, prensa chicha y un mundo al revés en cuanto a valores, costumbres y hábitos que tenemos el reto de reorientar.

Los maestros tenemos la gran responsabilidad de armar equipos de trabajo, de armar redes con mística, constancia, perseverancia en donde la búsqueda de la calidad sea el norte, donde tomar café sea la oportunidad para hablar de aulas, planes, sesiones, poner nuestra carrera de moda entre nosotros, pasarnos la información, pasarnos las novedades, reconociendo nuestras fortalezas y debilidades con gran entereza y gran humildad. Aprender de nuestros errores y dejar atrás el tiempo en donde la vagancia se celebra, donde el que tiene un cargo no entra más a clase, el mundo de mediocres debe ser parte del pasado, ser educadores es una responsabilidad y el reto está en nuestras manos.

Celebremos un gran día mirando con esperanza el futuro y este ha sido el motivo por el que hoy les obsequio este video que he creado en función a nuestra realidad, a nuestras vivencias. Siempre he recibido videos con canciones de muchos países y saludos de maestros con dejos diferentes al nuestro, hablamos de cambio pues entonces cambiemos, y en ese afán iremos superando nuestras propias marcas, porque de eso se trata. Los invito a compartir este gran logro personal ¡feliz día para todos!.

domingo, 3 de julio de 2011

Mario Vargas Llosa



Mario Vargas Llosa nació en Arequipa en el año 1936. Es un gran escritor peruano que pasó la primera etapa de su vida entre Cochabamba y las ciudades peruanas de Lima y Piura.




Vargas Llosa inició su carrera literaria a los 16 años estrenando un, drama titulado “La huída del Inca”. Luego estudió en San Marcos y a los 23 jovenes años publicó la obra “Los Jefes”. Luego, y con la obra “La Ciudad y los Perros” se ganó el prestigio entre los escritores de aquel tiempo.


Cabe señalar que cuando uno es joven y talentoso como es el caso de nuestro nobel, las cosas no son tan sencillas como parecen. Muchas veces a edades tempranas el cóctel talento, producción y resultados son difíciles de manejar en sociedades como la nuestra en las que hay que tener muchas canas para inspirar confianza. Por suerte nuestro escritor supo imponerse con su talento y hoy luego de mucho tiempo, ha sido reconocido a nivel mundial con un premio nobel que lo corona y define como un ciudadano ejemplar.


Es importante recordar que tuvo la intención de ser Presidente del Perú. Mario se presentó con un discurso sincero y ese fue un gran error. Decir que los precios subirían y decir que podríamos luego del paquetazo ser sujetos de créditos, era un sueño imposible de creerle y el miedo venció a todos los peruanos que escuchábamos las mentiras de otro candidato (Alberto Fujimori) que pregonaba en las plazas y calles la opción de cambio sin paquetazo. Y así fue colegas, que nos envolvió en cuentos y mentiras que hasta el día de hoy escuchamos. Lo bueno es que existe una mayoría de peruanos que ya no cree más. Que aprendió.



Lo triste es que este tiempo, colegas, no ha pasado todavía. Hay formas y costumbres que se han enraizado. Como ejemplo me vienen a la mente mis hermanos cubanos y me preguntó ¿qué pasaría si mañana por la mañana alguien les dice que el sistema que los gobierna cayó? Se quedarían en estado catatónico por mucho tiempo. Qué difícil es desarraigarse de las costumbres, es lo que hoy pasa en nuestro país.


Los maestros educadores tenemos que apoyar el cambio de tiempo. Estas épocas en que todo ha ido al revés deben ser parte del pasado, y ese es el reto central del gobierno entrante: lograr cambios en maneras de pensar. Sin imponer, sin obligar. Promovamos actitudes que promuevan nuevas formas y, por ende, esperanza al pueblo peruano.

Compartiré con varios maestros los domingos los artículos que escribe Mario Vargas Llosa (antes leía los artículos de Luis Jaime Cisneros) los domingos escribe en el diario la República, se llama Piedra de toque y el tema está vez es "El aire fresco y las moscas":


En marco de su reciente visita a China, el escritor peruano ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, comparte con los lectores de ‘Piedra de Toque’, su columna semanal, la visión que tiene de una nación próspera, pero cuya población sacrifica la vida política y demás libertades en pro de lo material. Con ustedes, ‘El aire fresco y las moscas’.



El aire fresco y las moscas


Vuelvo a China después de unos quince años y parece otro país. Aunque he oído y leído todos los ditirambos sobre su formidable desarrollo económico, la realidad va todavía más allá. En Shanghái, el distrito de Pudong, junto al río, hace cuatro lustros una llanura de arrozales, es ahora un Wall Street cuatro veces más grande y con el doble o triple de rascacielos. Tanto en esta ciudad como en Pekín la transformación urbana es portentosa: puentes, avenidas, túneles, construcciones para oficinas o viviendas, tiendas, galerías, parques, exhiben una modernidad y prosperidad impetuosas, un dinamismo que fermenta las veinticuatro horas del día.


Una riqueza ostentosa, sin complejos, se pavonea por doquier, en los grandes almacenes y los hoteles lujosísimos, en las gigantescas vitrinas que ofrecen los vestidos, trajes, bolsos, joyas, relojes, zapatos, automóviles, fantasías y locuras de las firmas más afamadas del mundo. Hay restaurantes por doquier y todos están llenos de gente generalmente bien vestida y amable que conversa y come sin soltar los teléfonos móviles, espiando de tanto en tanto el contorno desde detrás de sus anteojos marca Ray Ban, Ferragamo, Gucci o Lanvin. Uno se creería en la Quinta Avenida, los Champs Elysées o Bond Street, pero multiplicados por cinco o por diez. Se diría que desde que Deng Xiaoping lanzó la consigna “¡Enriquecerse es glorioso!” la realidad le hizo caso y sus 1,400 millones de compatriotas empezaron a producir y ganar dinero de manera frenética.


¿Es esto un país marxista-leninista? Según el Partido Comunista, que en estos días se prepara a celebrar su 90 aniversario de manera multitudinaria y fastuosa, rindiendo homenajes incesantes al mismo Mao Zedong que con sus delirantes políticas del Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural hundió a China en la miseria más atroz y sacrificó a muchos millones de pobres, lo es más que nunca y vive ahora, gracias a las reformas y políticas “socialistas” de mercado que han convertido a China en la segunda potencia económica del mundo después de los Estados Unidos, una etapa de abundancia que en un futuro próximo –unos cien años más o menos–desembocará en la perfecta sociedad donde reinará la justicia distributiva y todos recibirán lo que requieran según sus necesidades. La utopía colectivista igualitaria se hará entonces realidad.


Por el momento, la sociedad china es la más desigual del mundo, pues las diferencias entre los que más y menos tienen superan las de cualquier otro país, aunque, eso sí, probablemente éste sea el único en el que, por decisión del propio Comité Central, el Partido Comunista acepta ahora entre su militancia a millonarios y billonarios. Si usted detecta en todo esto ciertas contradicciones y misterios ideológicos, le aconsejo que lea el interesante libro de Eugenio Bregolat, La segunda revolución China (Destino, 2007) en el que este experimentado diplomático español y profundo conocedor del país donde ha vivido muchos años explica con lujo de detalles y divertidas anécdotas la extraordinaria conversión económica de China que llevó a cabo, luego de tropiezos, intrigas, retrocesos y tantas caídas como victorias, Deng Xiaoping. Este anciano compañero y adversario de Mao fue quien, sintetizando su propósito con otra de sus famosas frases, “Da igual que el gato sea blanco o negro, lo que importa es que cace ratones”, convirtió a la paupérrima dictadura totalitaria, colectivista y estatista erigida por Mao Zedong, en la sociedad capitalista autoritaria que sacó de la miseria a ochocientos millones de campesinos y disparó un crecimiento y desarrollo vertiginosos sin precedentes en la historia.

Bregolat explica que esta insólita variante del “socialismo” concebida por Deng Xiaoping y sus seguidores, que ahora controlan el poder, sería incomprensible si no se la relaciona con la tradición cultural y filosófica china del confucianismo y los cuatro mil años de historia de un país invadido, ocupado y humillado por Occidente y al que la prosperidad y modernización actuales han desagraviado y devuelto el orgullo de sí mismo. La ideología “socialista” es ahora una retórica que sirve para justificar el monopolio del poder político por el Partido Comunista y la ideología real que ha echado hondas raíces en el país es el nacionalismo. Eugenio Bregolat es optimista y piensa que el notable progreso económico traerá, tarde o temprano, una apertura política, pues las nuevas clases medias y profesionales, que crecen cada día, educan a sus hijos en el extranjero, y mantienen un intenso comercio con el mundo a través de las nuevas tecnologías, van a ir reclamando cada vez más la democratización política del sistema. Ésta se llevará a cabo de manera pacífica.

Ojalá él tenga razón y los que no compartimos tanto su optimismo, como yo, nos equivoquemos. Mi pesimismo se debe a que, además del nacionalismo, lo que parece haberse convertido en una segunda naturaleza para buena parte de la sociedad china moderna, empezando por los jóvenes, es un materialismo consumista, precisamente aquel que algunos pensadores liberales lúcidos como el propio Adam Smith y Karl Popper temían: que la obsesiva concentración de la acción humana en la creación de riquezas embotara la vida espiritual e intelectual y empobreciera valores como el idealismo, la solidaridad y la generosidad.


Aunque, por razones obvias, en mis conversaciones con intelectuales, académicos y escritores chinos, fui prudente y me abstuve de acosarlos con preguntas impertinentes, a muchos de ellos los escuché quejarse del poco o nulo interés que mostraban los jóvenes –sobre todo los mejor formados– por la vida cívica, la cultura, y, en general, por todo lo que fuera desinteresado y espiritual, como la filosofía, el arte o la religión. (En las universidades en las que hablé en Shanghái y Pekín nadie me hizo una sola pregunta política, tampoco los periodistas chinos que me entrevistaron, y creo que es la primera vez que me pasa en la vida). Todos parecen obsesionados con alcanzar una buena formación técnica y profesional que les abra las puertas a las grandes transnacionales y sus jugosos salarios o a los puestos administrativos, ahora también magníficamente dotados. A uno de ellos le oí murmurar, haciendo una mueca tristona: “Hoy apenas habría un puñadito de muchachos para manifestarse en Tiananmen”. La gran mayoría sólo aspira a ganar dinero, mucho dinero, y vivir mejor.


Otra de las célebres frases de Deng Xiaoping fue: “Si abrimos la ventana, junto al aire fresco entran las moscas”. Me imagino que debió pronunciarla en la primavera de 1989, poco antes de dar la orden al Ejército de poner fin a las manifestaciones de los estudiantes que, acampados en la enorme plaza de Tiananmen, pedían democracia y libertad, y que se saldó con la muerte de un número incierto de jóvenes, en todo caso algunos centenares. La frase resume admirablemente la filosofía que aplica el régimen: apertura económica y social, sí, pero sólo mientras no cuestione el control absoluto que sobre la vida política del país ejerce el Partido Comunista. Quien lo acepta, puede tener un margen bastante amplio de libertad personal, viajar al extranjero, usar Internet, si es escritor o profesor procurarse revistas y publicaciones ‘capitalistas’, siempre que no critiquen la política china. Pero no hay tolerancia con la disidencia política. Los disidentes, como Liu Xiaobo, Ai Weiwei y otros, son acosados, vigilados, o, si sus acciones repercuten y llegan al extranjero, encarcelados, juzgados y sentenciados a penas variables. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, se fusila poco, y generalmente por delitos económicos, no políticos. La disidencia intelectual lleva ahora a la cárcel en vez del paredón y, a veces, sólo al arraigo domiciliario. “De todos modos, es un progreso sobre el pasado”, me dijo alguien.

La censura moral existe siempre, pero atenuada, y en los quioscos callejeros y en las librerías, se descubren a veces revistas y libros eróticos, en tanto que, al parecer, en los cabarets, bares, karaokes, se permiten ahora licencias inconcebibles en el pasado. “Pero, sin llegar a los extremos de Tailandia, claro está”. A mi editor y a mis traductores les pregunté si mis libros habían sido censurados. Enfáticamente, me aseguraron que no.


¿Hubiera sido posible el prodigioso desarrollo chino en libertad? Eugenio Bregolat lo pone en duda y piensa que los jóvenes mártires de Tiananmen actuaron con precipitación. Yo quiero creer que sí era posible. ¿Por qué en China no hubiera sido posible lo que lo fue en Estados Unidos, en Inglaterra, en Francia, en España y lo está siendo ahora en India, Chile, Brasil y tantas otras sociedades democráticas?