sábado, 10 de mayo de 2008

MAESTRA Y MADRE


Cuando se piensa en ambas palabras uno no sabe cómo empezar: si por el lado del término de maestra o por el de madre, es más a veces decimos ¡es lo mismo!

La razón y las normas del idioma nos dejan en claro que ambas palabras no lo son, pero que ambas interactúan perfectamente. Unas veces caminan juntas, otras separadas, a veces una va adelante, en fin pero de cualquier manera se les ve muy bien juntas.

Cuando los hijos son pequeños y eres maestra de inicial ser mamá funciona como anillo al dedo, los comprendes con claridad, les lees cuentos, eres parte de su mundo imaginario y fantástico, cantas, bailas, corres, trepas y disfrutas mucho. En algunas oportunidades los llevas al jardín en donde laboras y lo vas viendo crecer de lejos y de cerca a la vez.

Conversaba hace poco con una familia que trae a su hijo al jardín desde muy lejos y apuestan por hacer este recorrido con el fin de garantizar una buena educación inicial para su menor. Lo que me pedían es la posibilidad de traerlo tres o cuatro veces a la semana ya que debido a la distancia el menor podía sentirse en algún momento cansado.
Se les pidió que aprovechen la oportunidad de estar con el pequeño. Cada momento es invaluable. Se puede hacer de esta situación un recuerdo muy útil e inolvidable. ¡Se imaginan si todos los padres llevaran a sus hijos al colegio!
Recuerdo que en una oportunidad el jardín en que laboraba quedaba a 3 horas de mi domicilio. En ese tiempo mi hijo menor acababa de cumplir dos años, por tanto partíamos a las cinco y media de la mañana y retornábamos a las nueve de la noche.
Nunca llegamos tarde y nunca faltamos; por el contrario, fueron años maravillosos en los cuales conté con este tiempo tan largo (de recorrido) para entablar una relación sumamente personal: cantábamos, jugábamos, y como leer no era posible inventábamos historias y a veces me tocaba dibujar los cuentos. Inventamos tantos y dibujamos tanto durante este tiempo que hasta el día de hoy puedo percibir lo significativo que fue para ambos.

Cuando se dan las situaciones uno no puede ver el real significado de estos momentos, pero en el tiempo se ve con gran claridad cada minuto que pasaste con tus hijos. Como cada recuerdo se convierte en el tiempo en parte de la formación y base que le dejas para la vida.

Cuando preguntan ¿cómo hiciste para que dibujara tan bonito? ¿Cuál es el secreto para que tengan tan buen gusto musical? Entre varias otras preguntas.

Es en ese momento en que caes en la cuenta que para ser madre hay que comprometerse, y este compromiso está íntimamente relacionado con el amor por darle una palabra a este sentimiento que a mi entender queda corto, el sentimiento de una madre va mucho más allá de la palabra amor.

Cuando uno ama lo hace sin limitaciones, lo hace libremente, es espontáneo, es un sentimiento especial; pero cuando ese amor se refiere a un hijo o hija o por último a hijos, toma una dimensión mayor que anexa elementos a este amor .
Ser madre es un premio que la vida nos da a las mujeres, y llevar nuestros hijos nueve meses en el vientre es un plus mayor y un reto que te lleva a pensar en qué persona estás construyendo y cuánto pueden aportar estos seres amados a los sueños y utopías propios.
Como todas las madres las de inicial también tenemos que aprender a comprender y entender las otras etapas de nuestros hijos, verlos jóvenes y asumir el reto de ir aprendiendo en el camino los secretos de esta hermosa responsabilidad.

Cada etapa en la vida de nuestros hijos es única y gozarla está en nuestras manos, protegerlos en su infancia, guiarlos en su niñez, comprenderlos en su adolescencia, acompañarlos en sus decisiones, gozar con sus éxitos, apoyarlos en sus fracasos y estar siempre dispuestos a recibirlos y darles lo que necesiten, con sabiduría.

En este día de la madre una madre-maestra no debe olvidar la suya, esa persona que marcó su infancia con su ejemplo de vida, de compromiso y de amor. Esa madre que iba a menudo a la escuela y que cuando lo hacía marcaba la diferencia con otras, por su presencia, por su belleza, por su integridad.

Una gran madre incapaz de mentir, justa e inteligente. Una madre que nunca vi envuelta en chismes, cuentos, conversando y perdiendo tiempo en la calle, un gran ejemplo que uno se esfuerza día a día en emular siempre.

FELIZ DIA MAMA INÉS Y FELIZ DIA MAMÁS – MAESTRAS DEL PERÚ.

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