lunes, 4 de febrero de 2008

REFLEXIONES DE MAESTRA


Los talleres de vacaciones útiles generan usualmente actividades de corte artístico como plástica, dramatizaciones, música, danza, movimiento, arcilla, collage y piscina libre; por lo general se dan con grupos variados en edades y; estos permiten descubrir potenciales aristas.

La praxis nos permite aplicar la parte teórica aprendida y las lecturas nos permiten sensibilizarnos en relación a puntos específicos. Durante estos días he estado leyendo un manual de Inteligencia emocional en el cual se la define como: “el conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas relacionados con las emociones.(1)

Es interesante leer y aplicar posteriormente, los conceptos que, en este caso, están relacionados con las emociones; vale decir, con esta capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás: Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.

He notado que los niños inteligentes por lo general piensan todo y a veces este pensar les genera temores. Por ejemplo:

Si estoy sin zapatos y hay sol, el piso quemará mis pies.
Aunque no suceda o aunque el sol esté suave los niños asumen actitudes de protección. En este caso concreto con sus pies (caminando de puntitas) ¿Qué hacer?


El secreto está en hablar con ellos y explicarles, a sí mismos, su temor: Te da miedo poner el pie, porque tú crees que quema el piso, pero no es así. Mira como me saco los zapatos, camino y no me quema.


El niño pensará otra vez. Luego podríamos invitar a otro niño a que pruebe e incluso jugar con todos los pequeños a probar la temperatura del piso. De está forma estaremos colaborando a resolver un primer, pero significativo, problema infantil (pequeño para nosotros, pero de una gran lección para el pequeño), ya que le estamos ayudando a comprender que en la vida es necesario arriesgarnos, probar y de está forma ir venciendo los temores que se nos presentan.

El otro temor que presentan los niños es en relación al tema del agua, cuando sienten que algún amigo más osado les tira agua casual o voluntariamente y sienten temor por ello. La solución no está en mojarlos toditos y a la mala, tampoco está en sobreprotegerlos bajo el disfraz del respeto a ese miedo.


Una vez más, es importante plantearle el temor: tienes miedo a que cuando tal o tal chapotea te caiga agua, es así al principio, pero si te das cuenta no pasa nada, cuando el agua te cae en la cara solo moja. Observa, échame un poco de agua en mi cara y avísame si me pasa algo. ¿Qué ves?, pero es cuestión de tiempo conocer al agua. En cada sesión, es preciso conversar con ellos del tema.

He tenido la oportunidad de vivir una experiencia así y realmente la felicidad del niño al vencer el miedo al agua y gozar no solo chapoteando, sino que dejando que lo mojen los amigos, es de una felicidad mayúscula para ellos. Resulta fundamental para su crecimiento emocional, resolver este primer problema. Son experiencias únicas que quedarán en la formación de sus esquemas personales y se reflejarán en su vida adulta.

Ese yo pude hoy se transformará en yo podré mañana, y ese es el reto de la educación inicial.




(1)Moderno Manual de Inteligencia Emocional. Gráfica Nelly.Prof. Orlando Almeida Sáenz y Lic. José A. Almeida Tarazona.

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