martes, 18 de mayo de 2010

Docentes que sobreviven


Hace unas semanas comentamos la falta de seriedad y lógica en la recién aprobada Ley 29510 que permite a cualquier profesional ejercer la docencia en instituciones de Educación Básica Regular, públicas y privadas, en áreas afines a su especialidad.
Esta ley carece de lógica, entre otras cosas, pues los profesionales que resulten exitosos en sus respectivas áreas de desempeño no encontrarán atractivos los salarios en el magisterio. Este tema nos lleva a otro muy importante y, a la vez, triste.

Como afirma el especialista en temas educativos, Sigfredo Chiroque, el sueldo de los docentes en julio del año 2001 era de 635.39 nuevos soles en promedio. A fines del gobierno de Alejandro Toledo, la remuneración líquida promedio del magisterio nacional ascendió a 1057 nuevos soles pues durante esta gestión se aumentó el sueldo a los maestros.

Sin embargo, a la fecha, el neto que recibe el promedio de docentes no es mayor a 1087 nuevos soles; vale decir, que en este segundo gobierno de Alan García solo se ha aumentado a los maestros la mínima suma de 30 nuevos soles.

En cuanto a las remuneraciones a los docentes desde 1942 Sigfredo Chiroque en “Educación Esperanza” (http://schiroque.blogspot.com/) aporta un cuadro en el que notamos que en 1965 la remuneración docente estuvo en su mejor momento, pero desde entonces los docentes han vivido una sustantiva disminución en su poder adquisitivo. Según Chiroque, el poder adquisitivo del magisterio peruano se ha ido derrumbando.

Durante el primer gobierno de Alan García, el poder adquisitivo de los docentes era similar al que tenían en el año 42; sin embargo, siguió cayendo. Lamentablemente, la situación se mantiene vigente hasta la fecha. Por ejemplo, para que el poder adquisitivo del magisterio volviera a ser el mismo que tenían en el año 1942, el promedio de remuneración líquida magisterial debería ser de mil 703 nuevos soles, vale decir, unos 600 nuevos soles más de lo que se les paga en la actualidad.

Si vamos aún más lejos, para que el poder adquisitivo de los docentes sea el mismo que durante 1965 (el mejor momento en sus remuneraciones) el aumento debería ser de aproximadamente 4 mil 546 soles a la remuneración actual.

Resulta vergonzoso que en una época que el gobierno de turno tilda de bonanza y estabilidad económica, la remuneración de los docentes de nuestro país se encuentre en la situación que acabamos de describir.

Vergonzoso porque la voluntad política mostrada por este gobierno para con el sector educativo ha sido mínima y este sector resulta fundamental para el desarrollo del país.

Recordemos que el presupuesto asignado al sector educación, de acuerdo a los compromisos pactados en el Acuerdo Nacional, era del 6% del PBI, incrementando progresivamente un mínimo del 0,25% del PBI para el sector. Sin embargo, este ha sido rebajado en términos relativos al 3% del PBI en contra de lo acordado¹.

Mientras tanto, los docentes siguen sobreviviendo con remuneraciones mínimas que no les permiten, siquiera, cubrir la canasta familiar básica que, en estimaciones del INEI, asciende a 2 mil 122 nuevos soles en Lima Metropolitana. ¿Cómo esperamos tener mejores maestros si estos se enfrentan con esta dura realidad a diario? Urge una reforma de conjunto en el sector educativo que contemple también la remuneración docente.


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